jueves, 17 de enero de 2013

Cólera


Martes 15 de enero, nadie duda que el equipo llegará a la cumbre, somos los más fuertes del campamento tres de Guanacos tanto por nuestros tiempos de travesía entre campamentos cómo por nuestro nivel de aclimatación. Todos estamos de excelente ánimo y no hacemos más que pensar en la añorada cumbre que, después de un cambio de planes motivado por las expectativas de clima y el buen desempeño de la expedición, estaba a dos días de distancia. Comimos al caer el sol y procedimos a descansar en nuestras carpas ancladas a 5400 metros sobre el nivel del mar.

Miércoles 16 de enero, el Centinela se pronunció, la montaña dijo NO. Y hablo a través de un cuerpo cansado que no pudo conciliar un minuto de sueño presa de un insoportable dolor de cabeza y un incontrolable mal de estómago que lo obligaba a salir de la carpa a temperaturas promedio de - 15 grados centígrados. El siguiente campamento "Cólera" no hacia más que evocar mi lamentable situación de fiebre tropical en el gélido desierto a miles de kilómetros del Ecuador. Las paredes del cráneo parecían querer separarse de las meninges con cada palabra, cada movimiento era otro NO rotundo del Aconcagua. Al salir de la carpa, a primera hora de la mañana, había que tomar una decisión, y en mi caso tenía que ser bajar inmediatamente, la expedición había terminado para mi, el sueño de la cumbre se había esfumado, tocaba contentarse con el camino.

Cuando salí de la carpa me percaté de que Nelson, otro miembro del equipo estaba en la misma situación, así el ciclista y el novato, estaban fuera. Dado que los enfermos no pueden bajar solos inmediatamente, Carlos Jiménez (Heavy) y Eduardo Lleras (Dito), en un gesto de admirable desprendimiento renunciaron a su cumbre y a la notable conquista de la Hembra Terracota por bajar a los enfermos. Hechas las consultas del caso entre los guías de montaña se determinó que la ruta más rápida para el descenso era subir a Cólera a 6000 metros y después descender por la escarpada pero rápida ruta del Nido de Cóndores hacia la Plaza de Mulas a 4300 metros. La subida a Cólera fue un verdadero viacrucis en medio de uno e los paisajes más impresionantes que he tenido oportunidad de ver. A 6000 metros nos despedimos de Rafa y Germán y comenzamos el descenso. Su la subida fue un martirio, cuesta abajo la sensación de alivio fue una de alivio sin comparación. El cerebro recupera su espacio en el cráneo y la energía comienza a volver mágicamente. A mitad del camino Heavy me paso una leche condensada que seguramente quedará en mi memoria cómo una de las experiencias más placenteras de mi vida, dulce en extremo y cremosa me devolvió toda la energía que necesitaba, la voy a sugerir para el comercial de Máster Card.

Hoy me encuentro con mis tres amigos en la Plaza de Mulas esperando a Rafa y Germán que en este momento deben ir rumbo a la cumbre del gran cerro Aconcagua. Me alegro mucho de que todos estamos en perfecto estado de salud y aprecio mucho todo lo aprendido en la montaña, al fin y al cabo, cómo dirían mis progenitores lo comido, lo bailado y ahora lo caminado no me lo quita nadie. Lecciones, sin despreciar el valor de la cumbre ahora aprecio mucho más la riqueza del camino, tal vez la próxima se haga con mucha más calma, No por mucho madrugar amanece más de prisa, me dijo alguna vez una sabía que conocí a temprana edad.


Christian Jarrín

4 comentarios:

  1. Chris me he quedado atónita con tu relato, pero no importa lo que has hecho ha sido una tremenda proeza ya vendrán muchas otras cumbres por conquistar. He seguido todo el relato paso a paso, muchas felicidades a todo el equipo y quiero decirte que estamos tremendamente orgullosos de tí porque sólo un espíritu y una mente fuerte logran lo que tu has hecho. Te queremos inmensamente y te esperamos con ansias en casa para que nos relates tu fantástica experiencia. Los Cabrera Franco

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  2. La naturaleza es sabia y el cuerpo reacciona ante una agresión y en este caso te dijo: "Hasta aquí, no más". Casi logras tu objetivo, tienes que estar satisfecho, fue tu primera experiencia y estuviste a un paso. Ayer estuve muy intranquila, sabia que algo te pasaba. Cuídate mucho, siempre te hemos admirado, eres nuestro orgullo y ahora todavía más. Que Dios te bendiga, un abrazo inmenso. Te amamos.

    Analucía

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  3. Admiración, respeto y orgullo, tres palabras que cobran más su significado, cuando puedo decir a viva voz que Crhistian Jarrin es mi Primo. Mi Papá me dijo alguna vez... "Si no te esfuerzas hasta el máximo, ¿cómo sabrás donde está tu límite?", hoy conociste tu límite, fui testigo de tu gran entrenamiento, el día de mañana llegarán mas cumbres que alcanzar, ahora solo queda descansar, recuperarse y fortalecer aún mas el cuerpo y el espíritu, para la que la próxima vez sea la montaña la vencida, porque, como lo aprendí de ti, si se quiere triunfar no se debe quedar mirando la escalera, se debe empezar a subir, escalón por escalón, para llegar a la cima. No hay que olvidar que cada derrota supone un capítulo más en la historia de la vida, y una lección que nos ayuda a crecer, no te debes desanimar ni por un instante, ya se aprendió la lección, ahora se debe seguir adelante y alcanzar lo anhelado, lección que aprendes y practicas a la perfección. Te espero con los brazos abierto y con una buena botella de Vino, para escuchar de ti la magnifica experiencia. Un abrazo Chris! y no resta más que decir: FELICITACIONES.

    JUAN SEBASTIAN CABRERA VIVEROS

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  4. Que aventura tan espectacular estamos muy orgullosos. Como dice leonardo fabio en su cacion otra ves sera

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