lunes, 7 de enero de 2013

La hembra terracota


Hace algunos meses escribíamos sobre la hembra blanca o Denali y nuestros pasos de aproximación. Hoy hablaremos del Aconcagua y del camino que nos trajo hasta acá.

El camino al encuentro de nuestra hembra lo hicimos como lo sabemos hacer en la parte sur del continente. Siguiendo la línea serpenteante de caminos que delinean y definen nuestras cordilleras, dando paso a vidas y pueblos presos del olvido.

Salimos de la agraciada y deliciosa Mendoza siguiendo un camino rodeado de vides que darán cuerpo los jugos deliciosos con los que celebramos las cumbres y la vida. Recorrimos lagos y ríos mientras el paisaje se adentraba cada vez más en las montañas.

Si el camino de Denali era blanco, este es terracota y café. Hay sequedad, calor, polvo y un paisaje casi desértico. De las imponentes montañas bajan ríos secos de polvo y siglos. Los que se atreven a mantener su humedad lo hacen en aguas de color café, turbias y espumosas. Solo alguna vegetación baja y propia de climas secos y polvorientos se atrevían a retar el paisaje casi que monocromático.

Se me antojaba pensar que tal vez estas tierras fueran blancas como las que rodean a la hembra blanca, pero en mi sueño el Aconcagua me recordó que ella es ella única y auténtica. Me recordó que ella es la Reina de América  la más alta montaña de la tierra por fuera de lo Himalayas. Me recordó que ella era tierra, que era fuego y fatiga. Y me atreví a llamarla la hembra terracota, la Reina de la tierra.

Y nuestro camino termino en el pueblo estadero o no se que llamado penitentes, rodeados de
polvo seco, sol quemante y frio viento. En el hotel acomodamos las cargas y cuando estábamos terminando llego un grupo que abandonaba la montaña. Los odié y me odié por estar acá. Quise estar en sus sucios zapatos y polvorosas caras ya saliendo de la aventura. Me mordí el labio y me dije no por madrugar más amanece más temprano y me comprometí a estar, estar de verdad con el tiempo y la paciencia que la hembra terracota demanda.

Mañana salimos a caminar estas ansiosos y cansados. Lo haremos lentamente y gozando cada paso. Nos hemos propuesto en vez de hacer las caminatas en menos tiempo, hacerlas en más. Simplemente para disfrutar y aclimatar.

Desde Penitentes

Eduardo Lleras.

Las fotos que tenemos del primer día y la salida del campamento las pueden ver en https://www.facebook.com/media/set/set=a.307310096056376.72707.301572209963498&type=3


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